Revista Cocina

Helado de ananá con queso (y sin heladora)

Por Bouquetgarni
No sé a ustedes, pero a mí tanto corazón y rojo pasión en vistas de San Valentín me tiene un poco agotada. No porque no soy una romántica con todas las letras (lloro a moco tendido con una película de amor de esas que nos hacen llorar a moco tendido, me derriten los detallitos tiernos y apasionados, me encantan las cenas románticas con velas incluidas...) sino, más bien, porque a una la saturan casi todo el mes de febrero con tanto corazón, querubín de colita regordeta con arco y flecha en mano, rosas rojo pasión y rosado glamoroso hasta para "vendernos" una sopa. Por eso, mi propuesta de enamorados para este año - una vez más -  es un postre (sin corazones, pero que hará derretir hasta al menos demostrativo del planeta), un final de cena romántica perfecta. El helado (digamos las cosas como son, por lo menos, en mi familia) es bien recibido siempre: Aquí, porque estamos en verano y, algunos días, el calor es insoportable; allí (en cualquier rincón del hemisferio norte), porque nadie puede negarse a un helado riquísimo en cualquier época del año. Pero, además, si a esa ecuación le sumamos sólo 3 ingredientes (que podemos conseguir siempre) obtendremos un postre súper rápido de preparar, que puede salvarnos incluso en ocasiones especiales, dejándonos muy bien parados, felices y enamorados de la vida.
Helado de ananá con queso (y sin heladora)
Tres ingredientes fáciles de encontrar en la despensa de casa o en el mercado: ananá enlatado, queso crema con cuerpo (pero, en mi caso, con menos grasas que los enteros) y almíbar. Tres ingredientes y un postre exquisito, suave y seductor, digno de un festejo de día de enamorados hecho y derecho. Además, sin necesidad de tener una máquina heladora/para hacer helados (que no es poca cosa) ni de estarle encima a cada rato para lograr la textura adecuada (que, tampoco, es poca cosa).
Helado de ananá con queso (y sin heladora)
Con sólo una licuadora (puede ser procesadora o minipimer) resolverás toda la receta en apenas unos minutos y, después, a dedicarte a lo que más te plazca...
En el vaso de la licuadora, colocá 665 gramos de ananá (o prácticamente todo el contenido de una lata grande; conservá una rodaja para utilizarla en la decoración del plato terminado), cortado en algunos trozos. Añadí el almíbar de la lata (o prepará tu propio almíbar) y 300 gramos de queso tipo Philadelphia o Mascarpone (en mi caso, reducido en grasas).
Procesá o licuá hasta obtener una mezcla de textura suave; aunque, si lo preferís, podés dejar que se noten los trocitos de la fruta (al fin y al cabo, es un helado artesanal).
Helado de ananá con queso (y sin heladora)
Luego, volcá el licuado en una asadera/fuente/recipiente de vidrio lo suficientemente ancho como para que la mezcla no tenga demasiada altura, cubrilo con papel film y llevalo al freezer/congelador por algunas horas (dependerá de cuánto enfríe tu heladera/frigorífico/nevera).
Helado de ananá con queso (y sin heladora)
Es muy práctico prepararlo de un día para otro, ya que - sin necesidad de estar raspándolo o procesándolo varias veces - sólo hay que sacarlo del freezer/congelador un rato antes de consumirlo, dejándolo que se temple un poco antes de servirlo, acompañado por trocitos de ananá (del que reservamos).
Helado de ananá con queso (y sin heladora)
Algunas observaciones y recomendaciones finales: Para preparar su propio almíbar (si no desean utilizar el almíbar de la conserva de ananá), deberán colocar en una cacerolita doble cantidad de azúcar (puede ser integral) que de agua y, sin revolver, esperar a que se forme. Entre los 100° y los 102° C estará bien (lo que se conoce como almíbar común) para obtener excelente resultados en esta receta.De igual modo, si prefieren reemplazar el almíbar por otros endulzantes pueden hacerlo: azúcar de caña/integral/mascabo, miel, miel de maple, arropes, stevia o azúcar impalpable/glasé. ¿La cantidad? A gusto del consumidor.
Puede prepararse esta receta con ananá o piña, tanto enlatados como al natural. Recuerden quitar el centro de la fruta (en caso que utilicen el natural) porque es más fibroso y algo duro.
A la hora de decorar y servir este postre pueden acompañarlo también con otras frutas (naranjas peladas a vivo, frutillas o mangos en pequeños cubitos) o con salsa de caramelo.
El queso utilizado en la receta puede reemplazarse por yogur griego o por los mismos tipos de quesos, pero en versiones menos livianas, si así lo desean.
Si prefieren convertirlo en granita, en cuanto endurezca, deberán rasparlo con una cuchara o tenedor hasta desmenuzarlo (como si fuera nieve floja), volver a llevarlo a congelar y repetir esta misma operación unas 2-3 veces más. Luego, podrán consumirlo cuando lo deséen.
Si notan que su freezer/congelador enfría tanto que, aún dándole unos minutos para que tome un punto más templado que permita servirlo y comerlo, no logran que esto ocurra, pueden esperar esos minutos y, luego, procesarlo en minipimer o procesadora antes de servirlo para que adquiera el punto cremoso típico del helado.
Para congelar este helado (y helados caseros sin heladora/máquina de hacer helados, en general) observen siempre algunas reglas prácticas y seguras: El recipiente debe ser apto para frío (por eso, las clásicas fuentes de vidrio son ideales); caso contrario, las bajas temperaturas pueden provocar que el contenedor de nuestro helado se rompa al convertirlo en granita o al intentar servirlo. Cubrir siempre el recipiente con su tapa (en caso que la tenga) o con papel film para evitar la contaminación cruzada (por los otros productos que se encuentran almacenados allí). El recipiente en cuestión debe brindar una superficie amplia-ancha para lograr obtener los resultados ideales (textura de helado; no hielo saborizado) y para que el proceso de enfriado sea más rápido y eficiente.
Helado de ananá con queso (y sin heladora)
En fin, como les anuncié al principio de la entrada, con sólo 3 ingredientes podemos preparar un señor helado casero, artesanal, sabroso y de textura suave para disfrutar un día de San Valentín (o en cualquier ocasión) a todo lo grande.
Aquí les dejo otras opciones de postres o dulces con los que pueden conquistar corazones y festejar el Día de los enamorados sin complicarse mucho en la cocina:
Helado de ananá con queso (y sin heladora)
1. Tarta de nueces Pecan.
2. Tartas de limón.
3. Copa de crema de frutillas al Oporto.
4. Bombones de dátiles, almendras y avena.
5. Cheesecake de naranja y frambuesas.
Helado de ananá con queso (y sin heladora)
1. Cheesecake de dulce de leche (con ricota).
2. Crema liviana de cerezas.
3. Duraznos asados (y rellenos) con reducción de vino dulce.
4. Bombones con corazón de cereales y frutos secos, bañados en chocolate.
5. Tarta de duraznos y arándanos.

Helado de ananá con queso (y sin heladora)
1. Tarta de ciruelas remolacha/rojas y nueces.
2. Cheesecake de batatas, miel y nueces Pecan.
3. Panna Cotta liviana de lavanda.
4. Espuma de naranjas.
5. Muffins de limón y lavanda.
Helado de ananá con queso (y sin heladora)
1. Crépe de harina de garbanzos con arándanos y manzanas almibaradas.
2. Sabayón con nueces.
3. Bombones de avena y cacao.
4. Crumble de peras y semillas.
5. Tartas de avena y amapola con relleno de frutillas y naranja.
Antes de despedirme, les recuerdo que todavía pueden participar (esta es la última semana) de la encuesta del blog. No les llevará mucho tiempo (son poquitas preguntas) y ayudará a que conozca más y mejor sus gustos y necesidades para hacer de este blog un espacio más provechoso para todos.Aquí les dejo el link:
https://docs.google.com/forms/d/1do22Evzb_VHkRWBSPUhZiRr99gaPAATH4MMlUdqNyXQ/viewform?c=0&w=1
Les deseo una hermosa semana. Disfruten con sus enamorados (y de estar enamorados), sus seres queridos y experimenten en la cocina. ¡Hasta la próxima!
Helado de ananá con queso (y sin heladora)

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