Revista Cocina
En este mes de marzo se cumple el primer aniversario de KUNA YALA, el proyecto de Esther Sánchez y Christian Kobylanski, y ello ha sido razón suficiente para que visitara la fábrica donde están haciendo realidad sus sueños, correspondiendo así, a la amable invitación que reiteradamente me había hecho Esther, y que, por una u otra razón, había ido aplazando.KUNA YALA, del que he informado en otras ocasiones en el blog, es un proyecto que me ha llamado especialmente la atención desde que tuve conocimiento del mismo: por la juventud de los promotores, por el interés que tiene el conseguir hacer el chocolate ellos mismos -cuando lo fácil sería comprar el chocolate a grandes fabricantes y fundirlo- y, lo más importante, la ilusión y ganas que demuestran, y que se contagia, sin darte cuenta.Con todos estos antecedentes, el encuentro con Esther ha sido, como siempre, muy agradable. Esta sevillana, simpática y trabajadora, con sus 25 años, conocida y veterana bloguera en su página: www.chocolatisimo.es, destila ilusión, entusiasmo y ganas, ama su profesión, y se la nota, y sobre todo, no ahorra ni un sólo sacrificio para lograrlo. En la agradable charla que hemos mantenido, me comenta que, a pesar de su juventud, lleva nueve años en el oficio, desde los 16 años. Su interés por aprender y hacerse grande, ésto lo digo yo, pues lo será sin duda, la hizo moverse (tras su formación en su Sevilla natal) a conocer distintos modos de elaborar, nuevas formas de pastelería, nuevas culturas, y así aprender nuevas experiencias. Sus diferentes estages; primero en Bilbao, en el prestigioso Restaurante del Guggenheim, de Martín Berasategui, luego en la histórica pastelería Hijos de Teodoro Mora de Onteniente, funcionando desde 1793, nada más que nueve generaciones, o el último en la catalana Bubó, de Carles Mampel. Han permitido a Esther, como decía, conseguir dar el salto. Y tras aceptar la propuesta de Christian, ser la dueña de su destino y dar por concluído el aprendizaje básico.Me contaba, con el entusiasmo que la caracteriza, lo difícil que ha resultado conseguir, montar la fábrica, las vicisitudes de la maquinaria del obrador, encontrar las avellanas, las almendras, las nueces, la naranja, el limón.... que ella quería, con la calidad que ella exige, y la satisfacción sentida al encontrarlas. La ilusión que tiene en una pequeña aula que están preparando para poder compartir sus conocimientos, en la parte de arriba de la nave que utilizan. Me ha dado a probar alguna de sus elaboraciones, y honradamente rozan la excelencia. Al despedirnos, y tras manifestarla mis felicitaciones por lo conseguido, y mis ánimos por su esfuerzo y su tesón. Me he ido con la esperanza de que el sector de la pastelería puede tener muchas posibilidades de salir adelante seriamente en nuestro país, sólo serían necesario muchas Esther y muchos Christian, para conseguirlo. Chocolates KUNA YALA, calle Torrelodones nº 14 (28925) Alcorcón MADRID, telefóno: 916797126www.quierochocolate.com