El otro día tenía ganas de cocinar, y había comprado un magret de pato y recordé que una tía mía en muchas ocasiones lo servía con chutney, pero de ciruelas. La verdad es que es un plato que se hace en nada de tiempo, y si quieres quedar bien es fácil y ¡rico rico!
Para el chutney necesitaréis lo siguiente:
- Un vaso de cerezas sin hueso (podéis quitarlos aplastando la cereza con un golpe seco).- Unas dos cucharadas de azúcar (si os gusta más dulce podéis echarle más, aunque el chutney debe tener cierta acidez).- Una cebolleta pequeña.- 2 o 3 cucharadas de vinagre de Módena.- Aceite, pimienta y sal.
Preparación:1. Se corta la cebolla muy pequeña y se pocha en una cazuela.2. Cuando ya esté tierna, echamos las cerezas ya sin el hueso, el azúcar y el vinagre y cocer hasta que las cerezas estén cocinadas (Si vemos que reduce demasiado, se le puede añadir un poco de agua).
Para el magret de pato, haremos unos cortes en la parte grasa del magret y pondremos una sartén a fuego muy fuerte sin aceite ni nada, para colocar el magret por la parte de la grasa, para que suelte la máxima posible y quede bien dorada. Habrá que retirar la grasa que suelte, ya que puede quemarse y dar mal sabor. Tenerlo unos tres minutos de un lado y luego darle la vuelta, repitiendo este proceso unas dos o tres veces, dependiendo de lo hecho que queramos que quede (Siempre debe quedar más crudo que muy hecho).
Y de esta manera ya tenemos el plato, y ahora, a disfrutar ;)