Recuerdo que una gran parte de mi infancia y toda mi adolescencia la pasé rodeado de ásperas telas que parecían traídas de mesanas y mástiles de enormes navíos, de hilos de ganchillo y de ovillos con mil y un colores, que con el paso de los días, se iban transformando antes mis ojos en preciosas bufandas o cualquier otra prenda de vestir o del hogar. Mi tía Mercedes trabajaba como empleada en Hytasa, una empresa de hilaturas ya desaparecida que fue todo un símbolo en Sevilla, y para sacarse un dinero extra, se llevaba trabajo a casa. Le llevaban en camiones esos enormes rollos de tela que ella purgaba y punteaba hasta agotar el último centímetro de la misma.
Se podía pensar, que después de tanta tela, quizás no tendrías ni ganas de coger el pañuelo (de tela por esos entonces) ni para limpiarte las gafas. Quizás, pero sí.
Mi otra tía Ángeles, peluquera de profesión competía (y sigue haciéndolo, que yo lo sé) en productividad con mi tía Mercedes en menesteres de hilar casi a destajo para realizar cualquier prenda que se os pase por la cabeza, incluso "hilatura artística" que recrean escenas de lo más variopintas. También me he preguntado en muchas ocasiones por la habilidad adquirida en la ejecución de dos o más tareas simultáneamente. Mientras cruzaban las agujas del crochet para el próximo gorrito o, ensartaban las agujas para ese jersey de lana que alguien de la familia disfrutaría, no perdían detalle de la película o telenovela que estaban emitiendo en ese instante. Absolutamente extraordinario, al menos para mí, claro está.
He recordado esta anécdota a raíz de querer bautizar a la receta de hoy. La forma de este rollo de carne me ha traído a la memoria la gran cantidad de ovillos que de pequeño pasaban ante mis ojos, aunque alguien pueda pensar que tiene forma de huevo, lo sé.
Este "ovillo" (me ha costado buscar un nombre mejor y por supuesto, admito sugerencias) esta formado por carne picada especiada y lleva una deliciosa sorpresa en forma de pimiento relleno de queso servido con unas patatas también horneadas y una salsa mahonesa de ajo, curry y perejil, un plato delicioso y con toques a kebab que estoy convencido os va a encantar.
Y ya solo me queda mi deseo de que tengáis un Feliz Año Nuevo 2016 repleto de salud y alegrías. ¡Un gran abrazo a todos y que seáis muy felices!
❊8 unidades750 gr de carne picada mixta (cerdo y ternera)180 gr de mezcla rallada de 4 quesos 8 pimientos pequeños Especias surtidas (puedes consultarla abajo)Aceite de olivaSal
Guarnición de patatas
4 patatas medianas4 dientes de ajoPimienta molidaAceite de olivaSal gruesa
Salsa mahonesa
2 HuevosAceite de girasol1 diente de ajoUna pizca de curryPerejil
PreparativosPoner la carne picada en un bol grande y añadirle las especias más 2 cucharadas de aceite de oliva y un poco de sal. Mezclar bien y dejar reposar 1 hora en frío tapado con film plástico.
Saltear ligeramente los pimientos enteros en una sartén con un poco de aceite de oliva y sal durante 2-4 minutos. Apartar y cortar la parte superior para extraer las semillas.
Sacar la carne del frigorífico. Tomar porciones de la misma y formar bolas para recubrir con ella los pimientos.
Rellenar cada pimiento con la mezcla de 4 quesos. Posteriormente, tomar una porción de carne y aplastarla con la palma de la mano como para un hamburguesa. Envolver el pimiento completamente con la carne, apelmazándola bien hasta que quede compacta y pasarlos a una fuente protegiendo el fonde de la misma con film plástico.
Una vez se tengan todos los pimientos envueltos y dispuestos en la fuente, tapar con otro trozo de film plástico y dejar enfriar en la nevera durante 30 minutos.Precalentar el horno a 160ºC.
Lavar las patatas y sin quitarles la piel, laminarlas con un espesor de aproximádamente medio centímetro. Disponerlas sobre una fuente apta para el horno, añadiendo los dientes de ajo sin pelar y machacados. Salpimentar y aderezar con aceite de oliva.
Pasado el tiempo de reposo, sacar los pimientos envueltos y pasarlos a una fuente apta para el horno. Hornear las dos fuentes, la de las patatas y la de los pimientos simultáneamente a 150ºC.
Al cabo de los 20 minutos, sacar los ovillos de la fuente y pasarlos con mucho cuidado a la rejilla del horno, que se dejará justo encima de las patatas. De esta manera, la carne quedará más crujiente y si se escapa un poco de queso, caerá sobre éstas haciéndolas aún más sabrosas.
El tiempo total de horneado será de 50-60 minutos con calor superior-inferior.
Servir cada "ovillo" espolvoreando con perejil picado y las patatas asadas.
✎ La mezcla de especias utilizadas para el adobo de la carne es la siguiente, dejando a vuestra elección, las que más os gusten:
PimientaCominoPan ralladoCilantro o perejilLaurelSemillas de mostazaTomilloMejorana u oréganoRomeroRalladura de limónAjo
Deliciosos también envolviendo primero cada pimiento en beicon y luego igualmente con la carne.
Si disponéis de barbacoa disfrutaréis de un sabor más sorprendente aún, asando los ovillos a fuego muy suave, logrando ese sabor tan peculiar.