Cuantísimo tiempo llevo sin escribir recetas, tengo un montón hechas y listas para publicar, pero últimamente no me da tiempo a sentarme a disfrutar un poco del ordenador y hacer cosas por placer.
He decidido volver con un clásico de mi tierra, un pisto, porque un buen pisto con un par de huevos y patatas fritas, es para mí, una de las mejores cosas que hay.
Son ingredientes de la huerta, y claramente ahora estamos en vacas flacas de tomates del terreno y demás, pero he hecho un poco de trampa y he utilizado tomates en conserva, el resultado es el mismo, se tarda un poco menos y ahora que los tomates no están en plenitud, pues hay que apañárselas así.
El pisto tiene mil variaciones, yo le he hecho como se hace en casa, a fuego lento y con cariño, es una receta básica que hace que otros platos se eleven al infinito. Así que si por ahí hay algún despistado que aún no sabe hacer pisto, pues aquí tenéis la receta.
Pisto manchego:
Ingredientes:
1 kg de tomate natural en conserva
400 ml de agua
1 diente de ajo
1 cebolla grande
2 pimientos verdes
1 calabacín
1cucharadita rasa de pimentón de la Vera dulce (opcional)
Aceite de oliva
Sal
1 cucharada de azúcar
Picamos todos los ingredientes.
En una sartén echamos unos 50 ml de aceite de oliva virgen extra, añadimos el ajo y ponemos el fuego al máximo, cuando empiece a "chisporrotear" el ajo, echamos la cebolla, el pimiento y el calabacín y bajamos el fuego al 3-4 en la vitro. Las verduras no tienen que coger color, se tienen que pochar a fuego lento, hasta que se pongan transparentes. Cuando estén transparentes, echamos el tomate, agua, sal y azúcar y dejamos que se haga el pisto a fuego lento. Removemos de vez en cuando, y sabemos que está listo cuando el aceite sube a la superficie y tiene color rojizo. Suele tardar entre una hora y una hora y media.
El pisto, una vez frío lo podéis congelar o hacer en conserva. Yo suelo hacer bastante para luego utilizarlo en distintas recetas y así tener la comida lista en un momento.