Como ya conté en otra entrada, Marcela, del blog For the Love of Food,Travel and Wine, me envió una serie de condimentos para “para ir jugando en la cocina”, y ya se estaban convirtiendo en una “asignatura pendiente” que había que aprobar/probar.En eso estábamos, cuando el amigo Sorokin publicó en su Diario de un aburrido su pollo al curry, versión tailandesa. Como uno ya lleva un largo período “en busca del tiempo perdido” (nada que ver con el insoportable de Marcel Proust); es decir, intentando sacar tiempo de allí donde no lo hay, pues, me dije: “Vamos a hacer un pollo al curry, pero más sencillo, en versión minimalista”. Y aquí está este pollo al curry de pocos minutos.¡Ah!, lo de Marcel Proust, y esos siete ladrillos que son “En busca del tiempo perdido”, es algo que me persigue a lo largo del tiempo -volvemos con el tiempo-, sin entender cómo me puede tragar (con 17 años) esto tan infumable del snob.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS400 gramos de solomillo de pollo.3 cebolletas tiernas.1 cucharada de curry.1 cucharadita de cominos.½ vasito de vino blanco.½ vasito de agua.Harina.Aceite de Oliva Virgen extra.Sal.
PREPARACIÓNCortamos los solomillos de pollo a tiras y los enharinamos. En una cazuela con aceite, los sofreímos a fuego fuerte unos minutos. Los sacamos y reservamos.Cortamos las cebolletas en juliana y las rehogamos a fuego suave en la misma cazuela. Cuando veamos que está ya pochada la cebolla, añadimos el curry y los cominos. Removemos, y echamos el vino y el agua. Ponemos la sal.
Cuando empiece la ebullición, añadimos los trozos del solomillo y lo dejamos hacer a fuego suave durante unos 10 minutos. Se puede acompañar con arroz blanco.