Vamos con un plato de origen ruso, de los que, a pesar de no estar muy conforme con su política, no vamos a negarles la buena gastronomía, sobre todo la tradicional. El stroganoff es un plato que se remonta al siglo XIX, aunque se cree que es de origen medieval. Este plato de carne marinada en salsa ácida se popularizó a lo largo del siglo XX por toda Europa, con multitud de variantes. Hoy vamos con una de esas interpretaciones que le aporta rico toque de espárragos, aunque disto del original, es un plato digno de un Zar.
½ Pechuga de pollo en trozos grandes.1 Cebolla pequeña.10 Champiñones.2 Cucharadas colmadas del sobre de crema de espárragos de Knorr.2 Cucharadas de salsa de mostaza.2 Cucharadas de zumo de limón.Sal, pimienta y aceite.200 gr. de mafalda corta de Garofalo para acompañar (o pasta corta al gusto)
- Cortamos la cebolla finita en juliana. En una sartén con una cucharada de aceite la sofreímos, cuando comience a cambiar de color añadimos la pechuga de pollo y los champiñones cortados en láminas. Cuando estén, salpimentamos y añadimos un vasito de agua. Removemos bien.
- Añadimos a la sartén las dos cucharadas de crema de espárragos de Knorr, la mostaza, el zumo de limón, mezclamos bien y dejamos a fuego lento unos minutos hasta que espese un poco. Rectificamos de sal y retiramos del fuego.
- Preparamos la pasta según las instrucciones del fabricante y servimos acompañando a la carne.
Un plato bien sencillo, que seguro que va a encantar en casa. El toque de espárragos es una delicia y el toque de la mostaza es realmente irresistible. Seguro que quedaréis rendidos ante el encanto de los zares con una comida así de rica.
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