Revista Cocina

Propiedades del jengibre. Cómo tomarlo y para qué.

Por Lorenateconmiel

Con la llegada del otoño y la bajada de temperaturas, vuelven los resfriados, gripes y virus varios. Ante esto tenemos dos opciones, intentar prevenir, y en el caso de no poder evitarlo, intentar combatir los síntomas hasta que se pase. Para ambos casos, el jengibre es un gran aliado.

Las propiedades del jengibre van desde combatir las bacterias infecciosas y ayudar a proliferar la flora intestinal saludable (si para aumentar las defensas de manera natural, como eso que hacen los botecillos “milagrosos” que anuncia en la tele), hasta combatir los síntomas del resfriado y la gripe, ya que funciona como analgésico y antiinflamatorio.

Aunque sus propiedades no se quedan ahí, es también muy efectivo para reducir las nauseas que se derivan del embarazo, los tratamientos de quimioterapia, los postoperatorios, etc. Y también previene los mareos cuando viajamos (en este caso tomándolo unas tres horas antes de viajar).

Tomado después de las comidas, ayuda a la digestión evitando la hinchazón, los gases o molestias derivadas de una mala digestión. Se toma también en casos de gastritis y diarrea ya que es muy efectivo contra las bacterias más comunes que las provocan.

Entre las propiedades del jengibre se encuentra también la capacidad de favorecer la circulación sanguínea, lo cual lo hace apropiado para tratar migrañas, dolores de cabeza, problemas de circulación en las extremidades, coágulos, trombosis, etc. En este caso, es importante indicar que si se está en algún tratamiento relacionado con este aspecto, se debe consultar con el médico.

propiedades del jengibre

Algunas de las propiedades más importantes del jengibre

Y ahora bien ¿cómo lo tomamos? Pues dependerá de para qué lo queramos. El jengibre es el rizoma, es decir el tallo subterráneo, de una planta parecida al junco. Es decir, no es exactamente una raíz, que es lo que parece en principio. Se puede tomar fresco, rallándolo directamente o cortándolo para hacer infusiones o condimentar nuestros platos. Si no tenemos ninguna dolencia en concreto, podemos añadirlo a nuestra dieta de forma natural, ya que es apropiado tanto en platos dulces como salados, y da un toque a las infusiones y tés (a mi me encanta con té verde). Así nos iremos beneficiando de sus propiedades. Una sugerencia, en platos salados combínalo con ajo y cebolla, ya que tienen propiedades similares y pueden complementarse.

El sabor del jengibre es, para quien no lo haya probado, algo cítrico y picante. Es muy característico, y recomiendo empezar añadiéndolo con cuidado, ya que si te pasas puede estar muy picante y resultar muy fuerte. Yo la primera vez que lo probé, no me resultó del todo agradable, se me hizo extraño. Sin embargo, poco a poco me ha ido gustando más, y ahora siempre tengo un trocito en la nevera.

Por otra parte, se puede encontrar también encurtido, muy típico en la cocina japonesa, de hecho lo habréis visto si alguna vez tomáis sushi, ya que es uno de los complementos principales. Son unas tiras rosadas que se ponen aparte, y cuya función es limpiar el paladar, para no mezclar los sabores. Así puedes pasar de un pescado a otro apreciando cada uno en su totalidad.

Es habitual encontrarlo también en polvo, aunque habrá que ser aún más cauto, ya que está más concentrado y su sabor es mucho más fuerte. Se puede utilizar así para infusiones o para condimentar. También se puede encontrar en cápsulas o comprimidos, para tratamientos más concretos.

Y finalmente, existe también el aceite esencial de jengibre, para utilizarlo de forma externa en masajes estimulantes, ya que su olor es fuerte y aumenta la temperatura corporal. También para tratar el dolor en articulaciones, friccionando la zona dolorida.

Para terminar, os voy a dejar una sugerencia para combatir los resfriados y gripes. Necesitareis:

  • El zumo de un limón.
  • Un cucharadita de miel.
  • Un trocito de jengibre (como la mitad de un pulgar, más o menos)
  • Una taza de agua

Y ahora es tan simple como calentar el agua con el jengibre rallado o cortado en trocitos, para hacer una infusión. Cuando hierva retiramos el agua y le añadimos el zumo del limón y la miel. Se puede tomar a cualquier hora, pero recomiendo tomarlo antes de acostarse o por la mañana en ayunas, para absorber todos los nutrientes de estos alimentos que aumentarán tus defensas y te ayudarán a combatir los síntomas de los fastidiosos resfriados y gripes.

¿Habías oído hablar de todas las propiedades del jengibre? ¿Lo has probado ya?

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:)


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