Ravioles a los 4 quesos con Salsa de Puerros

La excusa de esta receta es, en realidad, presentarles una opción distinta de salsa para no preparar siempre la misma fileto o salsa rosa que acompañe nuestra pasta rellena o los fideos del domingo (no sé en sus países, pero aquí en la Argentina, con tanta inmigración italiana, es muy común que los domingos se almuerce pasta con rigurosa religiosidad).
Pues bien, con pocos ingredientes podemos obtener una salsa muy rica, de sabor suave y agradable que combina muy bien con pastas rellenas, por ejemplo.En mi caso, la utilicé para acompañar unos ravioles rellenos a los 4 quesos y el plato gustó tanto que no quedaron ni las sobras...Aquí les dejo la lista de ingredientes para realizar esta salsa de puerros tan sencilla, pero muy gustosa.

Lo primero será que limpies muy bien 1 paquete de puerros (1 kilo aproximadamente). Sí, sé que es aburrido y algo engorroso, pero el sabor de esta salsa bien vale el sacrificio.Para lograr limpiar mejor los puerros yo utilizo esta sencilla técnica: Corto las raíces. Luego, quito la parte del tallo verde que no voy a utilizar y corto cada puerro en sentido longitudinal, limpiándolo por separado bajo el chorro de agua, porque la tierra de la huerta suele estacionarse allí, entre capa y capa de su anatomía. Una vez que los puerros estén completamente limpios, cortalos en rodajas (o vichy) y reservalos.

Ahora, llegó el turno de que piques (a tu gusto) 2 cebollas y las rehogues en 1 cucharada de aceite neutro. Añadí sal, pimienta, orégano y cebolla de verdeo deshidratada.
Agregá 1/4 de ají amarillo y 1/4 de ají verde picados y los puerros que reservaste.

Un consejo práctico para que nada se cocine en exceso y pierda sabor (¡y nutrientes!): Cuando preparo salsas para mis fideos (en especial éstas que no llevan cremas) tengo todos los ingredientes listos y aguardando en fila a que el agua para mi pasta comience a hervir. Entonces, y sólo entonces, cuando empiezo a cocinar la pasta, preparo la salsa en cuestión. Total que la pasta termina de lograr su punto de cocción en mi salsa (porque, eso sí, cuando como fideos quiero que la salsa llegue hasta el último rinconcito o recoveco de aquel agnolotti o de este tagliatelle...), no necesito agregarle caldo extra a mi salsa (porque no se redujo considerablemente producto de tanta cocción) y no perdí toda la mañana o la tarde detrás de la preparación de un plato de comida.Una vez que los vegetales soltaron sus jugos (por acción de la sal y los condimentos), agregá 200 gramos de queso crema reducido en grasas o semimagro y 1 taza de leche (descremada). Rectificá la sazón y, con cuchara de madera, ayudá a que se desintegre el queso.

Cuando los ravioles (o la pasta que elijas) estén agolpándose en la superficie de tu cacerola, llegó el momento de espesar ligeramente la salsa antes de zambullirlos en ella para su último baño de sabor.Disolvé 2 cucharadas bien colmadas de fécula de maíz en una taza de leche o agua fría y añadila a la salsa, revolviendo constantemente para espesar la preparación.Por último, cociná por algunos minutos (1-2, no más) los ravioles en la salsa. Tapá el recipiente y dejá que, por otros 2 minutos, los sabores se integren perfectamente antes de servir.

Y listo...  ¡En pocos minutos quedó preparada una deliciosa salsa para variar el menú de pastas!Sencilla, sabrosa, delicada y de sabor muy agradable, esta salsa combina de mil maravillas con ravioles o pasta rellena con quesos, ricota, calabaza, pavita o pollo. Pero, también puede acompañar muy bien platos de pescados al horno o a la parrilla.Como siempre, espero que les guste la receta y la preparen o que les sirva como disparador para una versión propia.
Nos vemos la semana que viene. Espero que la pasen muy bien. ¡Saludos!