El Pulled pork es una receta muy típica de los Estados Unidos, donde podemos encontrar miles de maneras de prepararla, tantas como gente preparándola. En cada casa tienen su receta propia, algo no tan extraño con la cantidad de ingredientes y de cocciones posibles.
La que yo he realizado puede no ser la más tradicional, que suele hacerse ahumada a la barbacoa, pero es mucho más sencilla de preparar en casa, ya que se hace en una olla y solo tenemos que darle el tiempo necesario para que la carne esté en su punto.
Los ingredientes que necesitamos son:
- Aguja de cerdo, una pieza de un kilo aproximadamente
- 1 cebolla
- 1 cabeza de ajos
- 3 cucharas soperas de tomate frito
- 5 cucharas soperas de ketchup
- 2 cucharas soperas de mostaza de Dijon
- 70 ml de vinagre de manzana
- 2 cucharas de postre de salsa Perrins
- 5 cayenas
- 1 cuchara de postre de comino
- 1 cuchara de postre de pimentón picante
- 1 cuchara de postre de pimentón dulce
- 50 gramos de azúcar moreno
Empezamos colocando todos los ingredientes, excepto la carne, en el vaso de la batidora y triturándolos para que quede una salsa lo más fina posible. Cuando la tengamos lista, colocamos una olla grande al fuego con la carne y vertemos toda la salsa.
Cubrimos con un litro de agua y, con fuego fuerte, la dejamos hasta que hierva unos cinco minutos. Pasado ese tiempo, bajamos el fuego y la dejamos cociendo durante un par de horas, removiendo de vez en cuando y girando la carne en caso de que el agua no la cubra completamente.
Pasadas las dos horas, retiramos la carne de la olla, dejando el resto de ingredientes, y la dejamos enfriar ligeramente. La deshilachamos completamente con un par de tenedores.
Mientras tanto, volvemos a poner la olla a fuego fuerte y dejamos reducir la salsa hasta una tercera parte. En ese momento ya tenemos el plato listo, sólo tenemos que mezclar la carne deshilachada con la salsa, para que se nos quede bien jugosa.
Es el momento de hacernos unos buenos bocadillos, que podemos hacer con el pan que más nos guste, yo lo he hecho con un pan blandito que he pasado por la tostadora, pero también lo podríamos hacer con una chapata o con pan de hamburguesa.
La tradición dice de acompañarla de ensalada de col, pero para darle un sabor todavía más potente, yo le he añadido un poco de salsa barbacoa. Acompaña de cerveza bien fría y ¡a disfrutar!