Ya sabemos todos que es el Afterwork. En muchos restaurantes, bares y hoteles se hacen ofertas bajo este nombre … O sea, salir a tomar unas cañas o lo que cada uno quiera después de trabajar, ahora se llama así. Como ya hemos dicho en alguna ocasión palabra anglosajona es sinónimo de éxito aunque lo que signifique no sea ninguna novedad. Pero bueno, es lo que toca y las nuevas generaciones ya suben con estas nomenclaturas.
Pero aparte de que se llamen de una manera u otra, las tendencias son las nuevas prácticas y una de las que empieza ya a ser más sonora, con nombre seguramente derivado del After work es el Pre Work. Y esto si que es más novedoso.
No deja de ser una cita con amigos, lo que se ha hecho toda la vida, pero lo que si que cambia radicalmente es la hora a la que se convoca, ya que hablamos de quedar antes de ir a trabajar. Y no me refiero a trabajos de turno de tarde, sino a primera hora de la mañana.
Tomar unos zumos, pastelería, bollería fresca… desayunar bien en definitiva es algo que todos deberíamos hacer para empezar el día con las pilas cargadísimas. Si además esto lo hacemos junto a caras conocidas y afables en vez de, posiblemente, la de compañeros, jefes o clientes de mal humor, el día se afronta de otra forma.
Uno de los hoteles de Barcelona que ha puesto en marcha en sus instalaciones el Pre Word es el El Barceló Sants. Llamado “energy booster” puede degustarse en el Buffet Oxygen. Desayunar huevos, en tortilla o revueltos, pastelería y bollería, embutidos y quesos acompañados con diferentes panes, incluido un desayuno para celíacos es lo que proponen.
La verdad, si eres madrugador (como yo) puede ser muy buena opción para darse un homenaje de vez en cuando en compañía de amigos o incluso solo, preparando una visita en un ambiente tranquilo. Es más teniendo en cuenta la situación del hotel, lo veo buena opción para aquellos que vengan a Barcelona por negocios, recibiendo su primera cita allí. En fin, eso ya cada uno.¿Cuajará este nuevo hábito social? pues no se yo teniendo en cuenta que, en general, se madruga poco. Pero también es cierto que faltan horas al día para el ocio y cuesta en algunas ocasiones encontrar hueco para ver a los amigos y tomar un café. Quién sabe, hasta podría ser el inicio del cambio y para adaptarnos a ese famoso horario europeo que tanto reivindicamos ¿no?