La receta la vi en Salseando en la cocina
Esta es mi aportación a Memòries d'una cuinera.
Ingredientes para 2 personas:
- 4 cebollas grandes
- 30 g de mantequilla
- una rama de tomillo fresco
- 100 ml de vino blanco (seco o semi dulce)
- 1 litro de agua
- 1 pastilla de concentrado de pollo (si la queréis más fuerte, podéis poner de carne)
- 6 rebanadas de pan tostado (en casa)
- Gruyère rallado
Cortar la cebolla en juliana.Derretir la mantequilla en una olla grande, en la que vais a cocer la sopa. Incorporar la cebolla y ir dorando a fuego medio. Dejar cocer hasta que la cebolla esté muy caramelizada (a mi me lllevo 1 hora larga), dejándola sudar bien, pero sin que se fría para nada. Debe quedar con un color bien oscuro, marrón intenso.Añadir el vino y sin dejarlo evaporar, cuando vuelva a hervir, incorporar la rama de tomillo y el litro de agua al cual le habremos disuelto la pastilla de caldo. En cuanto vuelva a hervir, bajar el fuego, que cueza muy lentamente. Dejarlo durante 1 hora o 1 hora y media (yo lo tuve 1 hora y media). Es muy importante tenerlo tanto tiempo, antes siempre había hecho sopas que decían que con 20 minutos o 30 hirviendo el caldo ya estaba, pero no es así, con tan poco tiempo el caldo no coge tanto el color característico. La cuestión es conseguir un concentrado con toda la sustancia que tiene la cebolla.Una vez transcurrido el tiempo, retirar del fuego, probar de sal y poner pimienta negra (unas 10 vueltas de molinillo).Servir la sopa en cazuelas de barro (o cualquier otro recipiente que pueda ir al horno). Cubrir la superfície con 2-3 trozos de rebanada de pan tostado y poner encima del pan gruyère rallado a gusto. Introducir en el horno bien caliente y dejar gratinar hasta que esté bien dorado.Otra opción, es no gratinarla. En ese caso se pone el pan tostado en el fondo de la cazuela y se echa por encima la sopa hirviendo.Servir inmediatamente recién salido del horno. Una sopa deliciosa, perfecta para pasar los fríos que están llegando :)