Ingredientes para cada bizcocho:
- 2 Huevos
- 120 g de azúcar
- 120 g de harina
- 1 cucharadita de mantequilla o aceite de oliva
- media cucharadita de esencia de vainilla
- Colorantes
Primero, se mezcla todo en un bol y cuando esté todo homogéneo, se añaden los colorantes, en la cantidad que uno quiera, depende de la intensidad que se busque. Untar el molde con mantequilla y hornear a 180º durante 10 minutos. Una vez pasado ese tiempo, sacarlo y desmoldar sobre una rejilla. Repetir todo tantas veces como colores se quieran en la tarta.
Para hornear, utilicé un molde de silicona, pues no se pega el bizcocho al fondo. Primeramente había hecho tres bizcochos utilizando mantequilla, pero para los siguentes no tenía, por eso utilicé el aceite, y me salieron mejor con ésta, pues estaban más homogéneos. Y es mejor hacerse con una botella mayor de esencia de vainilla, los botecitos pequeños se acabarán pronto.
Ganache de chocolate blanco para el relleno:
- 500 mL de nata para montar
- 800 g de chocolate blanco
No tiene mayor complicación, sin embargo a mí me salió mal porque no miré bien las medidas y utilicé más nata de la cuenta, así que me quedó más liquido de lo que debería. Por eso tuve que añadir un tercer componente.
Fondant de nubes:
- Nubes, si son blancas mejor
- El doble de peso de azúcar glacé que de nubes
- Margarina o mantequilla
- Agua
La fondant lo utilicé para retener los bizcochos, porque resbalaban un poco. Compré las nubes en el Mercadona, donde decían que había nubes blancas para hacer el fondant blanco, ya que yo no tengo colorantes en pasta para poder teñirla y no quería hacer una fondant rosa. Sorpresa, todas las nubes que probé hasta ahora saben a vainilla y me encantan, pero las del Mercadona saben a fresa, y yo odio la fresa. La aromaticé un poco a vainilla, pero con no comer la fondant resolví el problema. Y como podeis ver, la tarta al final no quedó nada mal y creo que gustó a todos.