Revista Cocina

Aditivos alimentarios (I): Un poco de historia

Por Alimenta Acción @AlimentaAccion
Hasta este momento, en el blog hemos hablado de ciertos aditivos alimentarios, concretamente de colorantes como la tartrazina E102. Con este post vamos a empezar una nueva serie que tratará sobre los aditivos alimentarios, dada su importancia para la humanidad, ya que sin ellos la historia sería bien distinta. A pesar de su mala prensa, los aditivos han permitido la creación de grandes urbes lejos del mundo rural y ha permitido la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, ya que se ha visto liberada de la compra diaria y de la preparación de alimentos, por ello los aditivos son responsables de una revolución social sin precedentes.
  Aditivos alimentarios
  Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha buscado métodos y técnicas que le permitiesen conservar las propiedades de los alimentos durante más tiempo. Al principio, los métodos empleados eran el salado, el ahumado y el secado al sol. Más adelante se empiezan a añadir determinadas sustancias a los alimentos que permitirían su conservación durante más tiempo, es el caso del ácido acético y del dióxido de azufre empleado para conservar el vino. Sin embargo, es en el s. XVII cuando aparecen los aditivos propiamente dichos y, entre los usados en esa época podemos citar los cloratos y los fluoruros, no utilizados actualmente por su toxicidad. En el s. XVIII se utilizan como conservantes los ácidos bórico y acetilsalicílico (la actual Aspirina), y a finales del s. XIX se empiezan a usar el formaldehido y el ácido benzoico.   En la actualidad, los aditivos son tomados más en serio y existe una legislación muy estricta que regula su uso. El primer país en tomar conciencia del riesgo del uso de sustancias químicas en la conservación de alimentos fue EE.UU, que en 1906 crea la Food and Drug Administration (FDA). En Europa hay que esperar hasta 1960 para la creación del Codex Alimentarius, organismo internacional que tiene por misión la elaboración de directrices de materia alimentaria que serán traspuestas a las legislaciones de cada país. En España hay que remontarse al año 1967 para asistir a la aprobación del texto del Código Alimentario Español, que recopila toda la legislación publicada en materia alimentaria con el objeto de proteger al consumidor y trasladar las directrices comunitarias.   Para la publicación de la primera ley sobre aditivos alimentarios en nuestro país hay que esperar hasta los años 80, así en 1982 se publican las primeras listas positivas de aditivos autorizados, que prohíben el uso de cualquier sustancia que no esté incluida en ellas. En 1983 se aprueba la Resolución para asignar a cada aditivo un código de identificación que aparecerá en las etiquetas, en este año también se aprueba la primera Reglamentación Técnico Sanitaria sobre estas sustancias.   Pero, ¿qué es un aditivo alimentario?. El último Reglamento (CE) 1333/2008 del Parlamento Europeo, lo define como: Aditivo alimentario es toda sustancia que, normalmente, no se consume como alimento en sí mismo, ni se usa como ingrediente característico de los alimentos, independientemente de que tenga o no valor nutritivo, y cuya adicción intencionada a un alimento durante su fabricación, transformación, preparación, tratamiento, envasado, transporte o almacenamiento tenga por efecto, o quepa razonablemente prever que tenga por efecto, que el propio aditivo o sus subproductos se conviertan en un componente del alimento.   Si nos fijamos en sus objetivos, podemos definir a un aditivo como aquellas sustancias químicas que se añaden a los alimentos sin propósito de cambiar su valor nutritivo y con cuatro finalidades fundamentales:  
  1. Modificar sus características organolépticas: Colorantes, edulcorantes, potenciadores del sabor.
  2. Conservarlos durante un periodo de tiempo más largo y protegerlos de los microorganismos patógenos y de las reacciones químicas adversas: Conservantes, antioxidantes, reguladores de la acidez.
  3. Estabilizar su aspecto y caracteres físicos: Emulgentes, espesantes, gelificantes, antiaglomerantes.
  4. Modificar el pH del alimento para su mejor conservación: Acidificantes y basificantes.
Con esta introducción a los aditivos alimentarios, quiero emplazaros a las siguientes entregas de esta serie donde trataremos cada uno de los tipos de aditivos. Como siempre, si os ha parecido interesante esto que os he contado, podéis compartirlo con vuestros contactos en las redes a través de los botones correspondientes. Ah!, se agradecen los comentarios, que son los que dan vidilla a los blogs. ____________________________________________   Fuentes: Calvo, M. Aditivos alimentarios: Propiedades. Aplicaciones y efectos sobre la salud. Librería General. Zaragoza, 1991 Cheftel, J.C., Cheftel, H., Besançon P. Introducción a la bioquímica y tecnología de los alimentos. Vol. I. Ed. Acribia, 1976 Fennema O. Introducción a la ciencia de los alimentos. Ed. Reverte. 1985 Fennema O. Química de los alimentos. Ed. Acribia. 1993 Madrid V y Madrid Cenzano J. Las listas positivas de aditivos alimentarios, publicadas por el MSC y Los aditivos en los alimentos (según la UE y la legislación española) www.eufic.org http://ec.europa.eu/food/food/chemicalsafety/additives/comm_legisl_en.htm    

Volver a la Portada de Logo Paperblog