Un premio agridulce, pero premio al fin y al cabo. Lo que al principio me llenó de alegría, pronto se convirtió en un momento desagradable.No lo he narrado hasta ahora porque en frío se piensa mejor. Todo ocurrió hace dos meses...
En Cervo, el ayuntamiento en el que vivo, convocan en el mes de octubre y desde hace dos años, un concurso de Larpeiradas de Ourizo de Outono. O lo que es lo mismo, postres elaborados con castañas.Pues bien, el año pasado hice lo imposible por participar, pero no pudo ser. Así que este año, en cuanto me enteré de que estaba la convocatoria abierta, empecé a pensar con qué postre lo iba a intentar.
Me imaginé que l@s participantes se inclinarían por tartas y bizcochos, así que se me ocurrió hacer algo distinto. Opté por unas cañitas y rellenarlas con una crema de castaña.
En esos días hice alguna prueba para encontrar la masa perfecta. Tras probar alguna de las que encontré por los blogs,no me convenció ninguna y me dedicí por la que tenía ya publicada en el mío. Os dejo aquí la receta de mis Canutillos. Conozco la receta a la perfección y no me podía fallar. Decidí apostar por lo seguro, llamadme cobarde si queréis.
Por otro lado, tocaba experimentar con una crema de castañas. Ví la receta que publicó Penny, de El rincón de la mariposa y decidí utilizarla, eso si, con alguna modificación.. Me gustó y a mi "catador" también. Listo!
Me presenté al concurso y resulté ganadora del primer premio!! Este es el "trofeo" que me regalaron.
Tengo que decir que me hizo especial ilusión, ya que era un evento local, de amas de casa y sin ningún otro fín que pasar un rato agradable entre vecinas y al mismo tiempo promocionar el uso de la castaña en la cocina diaria.
Lo primero que hice al llegar a casa, fue compartir mi alegría en facebook, creo que también los que me seguís formáis ya parte de mi dia a dia y de mis pequeños "triunfos". Pero no pasaron ni dos horas cuando me acusaron de copiar la receta (de un blog andrógino que no había visitado en mi vida). No voy a mencionar el sitio porque ni lo visito ni me interesa en absoluto volver a polemizar sobre el tema, pero se me desinfló el globo de una manera inmediata.No la copié pero en el caso de que lo hubiese hecho, no me costaría nada admitirlo. Se me tildó de cínica, sobervia y no sé cuantas cosas más, pero en fín, yo tengo la conciencia bien tranquila y estoy donde estoy por méritos propios, le pese a quien le pese.
Y dicho esto, tengo que explicar que no tengo las fotografías del paso a paso, ya que con lo liada que anduve; estirando, forrando, friendo y rellenando, hice poquitas instantáneas.
CAÑITAS RELLENAS DE CREMA DE CASTAÑAS
Ingrs.salen unas 30Para las cañas:
½ vaso de agua templada½ vaso de aceite de girasol100 grs. de mantequilla fundidauna pizca de sal2 huevos1 c.sopera de azúcarHarina (la que admita) aprox. 500 grs.
Para la crema de castañas:
500 grs. de castañas250 ml. de nata para montar de 35 % m.g.3 cucharadas sopera de azúcar moreno
opcional:100 grs. chocolate postres1 c.sopera de mantequilla
Antes de nada y después de darles un corte a las castañas, las introduje en el microondas cubiertas con una tapa plástica, a potencia máxima durante 4 minutos. Retiré y pelé sin dificultad ninguna. Tanto la piel dura de fuera como la de dentro, salen a la perfección.
Puse un cazo al fuego con la nata y el azúcar. Cuando empezó a hervir, añadí las castañas. Como ya estaban cocinadas en el micro, con unos 5-8 minutos sería suficiente para que se impregnasen del sabor dulce.
Trituré la mezcla con la batidora. Como ví que me quedaba algo líquida, dejé que se cocinase un pelín más hasta que tuvo la consistencia que buscaba. Al enfriar endurecería más. Dejé enfriar y guardé tapada en el frigo.Para hacer la masa de las cañitas, puse los ingredientes líquidos en un bol. Batí con varillas y poco a poco fuí añadiendo la harina hasta que se formó una masa suave y que no se pegaba a las manos. No lleva levadura, así que no es necesario dejarla reposar. Eso sí, para poder manejarla mejor, la envolví en un film y la enfrié una media hora.
Pasado este tiempo, hice bolitas del tamaño de una nuez con la masa. Fuí estirando cada una y envolviendo los conos metálicos con la masa. Es importante presionar bien los bordes para que al freír no se abran. A mí algunos se me abrieron y luego no los pude rellenar.
Como tengo unicamente 6 conos, fuí friendo en tandas. Cuando está cogiendo color la cañita, ayudándomes de unas pinzas, retiraba el molde para que la cañita se friese tambien por dentro. Luego las sacaba y las dejaba escurrir el aceite en una servilleta de cocina.Y así, hasta terminar con toda la masa.
En este momento se pueden pasar por azúcar o una mecla de azúcar y canela.
Para bañar los bordes y hacerlas más atractivas a la vista ( y de paso tapar alguna imperfección) fundí el chocolate con la mantequilla. Mojé cada una de las cañitas y dejé que se endureciese el chocolate antes de rellenar.
Finalmente, metí la crema de castañas en una manga pastelera con boquilla rizada y rellené todas las cañitas.
Para presentarlas al concurso, se me ocurrió hacer un entramado de lana en una cestilla y en cada hueco, coloqué una cañita. Todo alrededor, coloqué hojas de castaño. Así se sujetaban de pie y formaban estos ramilletes tan bonitos.
Texto y fotografías: Pilar Martínez
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LA COCINA DE LECHUZA