Revista Cocina

Elogio del brunch

Por María Paz
Elogio del brunchUna estupenda motivación para levantarse el domingo por la mañana es la de quedar con amigos para disfrutar de un delicioso brunch. El brunch (resultado de combinar en una sola palabra "breakfast" y "lunch") se suele comer entre las 11 de la mañana y las 2 de la tarde, normalmente en día festivo. Como su nombre sugiere, el menú combina opciones de desayuno, como los dulcemente famosos pancakes o tortitas (de los que hablaré en otra ocasión), con platos salados más propios de la hora de la comida: huevos preparados de mil modos diferentes, de la tortilla al pasado por agua o frito, o a la benedict, y acompañados de bacon o jamón, patatas, salchichas, y en ocasiones, ensalada de fruta. Todo esto suele ir en el mismo plato, y por sorprendente que parezca, resulta una mezcla de sabores deliciosa.
Elogio del brunch
El domingo pasado probé el brunch en The Comet, un bar-restaurante cerca de casa famoso por sus sesiones de música bluegrass y por su comida tex-mex (a la que dedicaré una entrada en el futuro). Pedí "Coconut french toast with vanilla custard and caramel¨ (el plato de la foto). Lo que aquí llaman ¨french toast¨no es una tostada ni tiene nada de francés, más bien se parece a nuestras torrijas. En este caso, iba espolvoreado con coco rallado y azúcar glas, y acompañado de una crema de vainilla y caramelo. Lo que se ve en la parte derecha del plato son patatas fritas, un sabor salado que contrastaba de maravilla con la dulzura de la torrija. Estaba todo buenísimo y a juzgar por la cantidad de gente en el restaurante, los demás clientes estaban tan contentos como yo. Mi consejo: no dejéis pasar la oportunidad de ir de brunch si alguien os lo propone. La experiencia gastronómica vale la pena.

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