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La Tasquería: reinterpretar la casquería

Por Amoras
Si hace unos años me dicen que un restaurante especializado en casquería iba a triunfar en Madrid hubiese dudado si creerlo. Si además me dicen que ese restaurante iba a conseguir una Estrella Michelín directamente hubiera pensado que me querían tomar el pelo. Pero si, a veces la guía te sorprende, se sale de su monótona rutina de cocina moderna, fusión o sushi, y premia a locales tan impactantes como La Tasquería. El mérito se debe al Chef Javi Estevez, que fue concursarnte de la primera edición de Top Chef y que ha sabido llevar la casquería a otro nivel, algo más fino y que la hace asequible a cualquier paladar.
La carta está diseñada para compartir, separada por apartados: Ternera, cerdo, cordero, varios, etc. cada plato viene descrito por tres productos de los que el primero es el principal. Con cuatro o cinco platos da para comer dos personas lo que hace la propuesta bastante económica. También tiene menús degustación, corto por 50€ y otro largo por 75€, aunque al contrario de otros estrellas no intentan encasquetártelos.
La Tasquería: reinterpretar la casquería
También tienen los #FueraDeCarta, no dudes en preguntar por ellos por que uno es su plato más icónico, la cabeza de cerdo. Pero empecemos por el principio, el aperitivo es un embutido de lengua de ternera.
La Tasquería: reinterpretar la casquería
El primer plato fue poco casquero la verdad, fue un tarro de ensaladilla con atún y huevo. Con una mahonesa tan fina que la convierten en una de las mejores ensaladillas que hemos comido nunca; aunque también ayudaban las cortezas sobre las que se extiende para comerla.
La Tasquería: reinterpretar la casquería
El siguiente plato fueron las mollejas y aquí es donde se nota el concepto de csquería fina. Estaban tan bien preparadas con las gambas y el ajillo que su sabor no era para nada fuerte.
La Tasquería: reinterpretar la casquería
Continuamos con la famosa cabeza de cerdo. El plato más representativo del local y que no te puedes perder. Se trata de una cabeza entera de cerdo, confitada durante una noche y frita. Es como un torrezno gigante y lleva a otro nivel el dicho de que del cerdo se come todo. Se empieza por las orejas y luego vas rascando hasta terminártelo. Quizá lo que no merece la pena es la lengua, un poco dura y con poco sabor, pero del resto lo mejor es comérselo todo, las partes blandas, la piel crujiente. Espectacular.
La Tasquería: reinterpretar la casquería
Terminamos con una fideua de callos de bacalao y mejillones que fue el peor plato. Este si que tenía demasiada fuerza. El callo dejaba un sabor demasiado intenso que hacía terminar la comida con cierta pesadez.
La Tasquería: reinterpretar la casquería
De postre un Milhoja con crema de pistacho y helado de yuzu.
La Tasquería: reinterpretar la casquería
El local es totalmente informal, así como el servicio. El tipo de carta, para compartir y con platos que no suben de los 15 euros, hacen que la opción de visitar La Tasquería sea económica. Y lo más importante: es para todos los públicos, hay platos de todo tipo, no solo casquería por lo que si esto te echa para atrás no lo dudes y visítalo!

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