La Zorra Ituero 2020

Sigo fustigando mi espalda al revisar mi libreta, dándome cuenta de los vinos que había catado en 2024, y que no había incorporado al blog. Y este que hoy os traigo, aún con mas delito, ya que quizás fue el mejor vino que me tomé en todo 2024, y no fue para nada un mal año, en ese aspecto. Revistando mi Instagram, me di cuenta que tras la muerte de mi padre, en junio del 2024, apenas había colgado vinos, quizás mi bajón ahí se había acrecentado mucho. Sé que sí los bebí, pero no tenía fuerzas de apuntar nada en mi moleskine. Hasta este vino, que me volvió a llevar a La Alberca, a Mogarraz, a un viaje iniciático maravilloso por la Sierra de Francia, a esa Castilla extrema en la que dejé parte de mis penas, volví a ver a gente maravillosa y cargué mis pilas.

Foto propia de Mogarraz

La Zorra Ituero 2020 está elaborado por Bodegas La Zorra, desde Mogarraz, y perteneciente a la D.O.P. Sierra de Salamanca. En varias entradas anteriores os he comentado mi visita a la bodega, a ellas me remito, no dejéis de visitarlos si vais por la zona. Es un vino elaborado con variedad rufete, la reina de la zona, procedente de un viñedo de los años 30 en San Cristóbal de la Sierra, suelo granítico a una altura de 890 metros, cuyo paraje da nombre al vino. Sobre la elaboración del vino, la propia web nos indica: Nos encontramos una uva repleta de aromas, de gracia y de frescura con el raspón bastante maduro, por lo que decidimos no someterla a fuerzas mecánicas y volcar las cajas directamente en el depósito evitando así la dilaceración de los hollejos. Algo más de 2.000 kg. de Rufete seleccionado minuciosamente únicamente sometidos a un pisado inicial para generar un primer mosto y facilitar el arranque espontáneo de la fermentación alcohólica. La fermentación fue lenta, con temperatura controlada a 18-22ºC y bazuqueos diarios. Descube temprano, antes de finalizar la fermentación alcohólica y prensado mediante prensa vertical. Fin de fermentación alcohólica en barricas de roble francés Boutes tostado medio-plus de 2º año. Una vez finalizada la alcohólica, trasegamos a depósito y una vez las lías gruesas decantaron al fondo, devolvimos el vino a esas mismas barricas dónde realizaron la fermentación maloláctica. Permaneció en barricas 9 meses hasta su embotellado y un año más de reposo hasta su salida al mercado.

Color cereza picota, de capa media alta, ribete grana con camino a atejarse, lagrima densa y persistente para un voltaje de 14º grados; fruta roja madura, notas de pizarra, granito, con un leve toque metálico, punto floral con la barrica muy en segundo plano, amplio en boca, explosión de fruta roja madura, buena acidez, delicioso, cuerpo medio, con un regusto final tan largo como amable, recuerdos a cerezas maduras, me ha encantado. MUY RECOMENDABLE. Ellos indican en su web: Este vino es la expresión de una zona, una variedad autóctona única, tradición, sentimiento y familia. Yo la verdad, desde que lo probé, marca el listón de lo que espero de una rufete. Escribo esta entrada en marzo de 2025, y para mí, fue el mejor vino que tomé el año pasado.

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