Es una receta muy socorrida para ocasiones especiales, fácil de hacer
y quedas estupendamente con los invitados.
Admiten muy bien la congelación, así que los podemos preparar con tiempo.
INGREDIENTES: - 1 bolsa de 800 gramos de mejillones cocidos envasados al vacío. (se pueden usar también los naturales y cocerlos al vapor, pero el inconveniente es que hay que limpiar muy bien las cáscaras) - 250 gramos de gambas crudas - 2 cucharadas soperas colmadas de harina - 125 mililitros de caldo de gambas - 125 mililitros de caldo de mejillones - 125 mililitros de leche - 2 cucharadas de aceite aproximadamente. - 3 dientes de ajo - Sal, pimienta negra y perejil. - Pan rallado - huevos
PROCEDIMIENTO:
- Se abre la bolsa de mejillones y se cuela el caldo en un recipiente donde se reserva. Se saca la carne de los mejillones y guardamos las cáscaras, pues las usaremos al final para rellenarlas. Troceamos los mejillones en pequeñito - Se pelan las gambas, echando las cáscaras en una olla con agua que pondremos al fuego para obtener un caldo. Las gambas las troceamos también en pequeñito. - En una sartén antiadherente, echamos el aceite, doramos los ajos y rehogamos un poco las gambas. A continuación añadimos los mejillones, echamos algo de sal (mucho cuidado, pues el caldo de los mejillones ya lleva sal), la pimienta y el perejil, a continuación la harina y removemos hasta que esta se integre, entonces apagamos el fuego y dejamos enfriar un poco. - Cuando la mezcla esté un poco tibia añadimos poco a poco los caldos y la leche, removiendo para que se disuelva bien la harina y no forme grumos. Una vez añadido todo, ponemos al fuego y removemos hasta que la masa espese y se desprenda del fondo (como las croquetas), entonces vertemos la masa en un molde y dejamos enfriar. - Una vez fría la masa, con la ayuda de una cuchara, vamos rellenando las cáscaras y las pasamos por huevo y pan rallado. Se fríen en abundante aceite caliente y ¡¡YA ESTÁN LISTOS PARA COMER!!