Revista Cocina
Estos días pasados me regaló mi hija un botecito de té Matcha, ella es fan de la cultura japonesa y se hace fácilmente con productos del País del Sol Naciente. Lo encontré vaciando la bolsa de los táper que venían de vuelta para casa. Habíamos hablado hace años de este té y de la maravilla de aplicaciones que tiene, en la repostería sobre todo.
Ya casi lo tenía olvidado y por donde me llegó sin esperármelo. Algo debía inventar y debía ser sencillo y bonito, para una fiesta mejor aún ¿de Navidad? ¿Por qué no?
Ingredientes:
- Leche entera 100 ml.- Nata 35 % 400 ml.- Té Matcha 4 cdtas.- Azúcar glas 4-5 cdtas. (o si prefieres endulza con stevia en polvo o tu edulcorante preferido).- Gelatina neutra en hojas 70 g.- Bombón de chocolate negro.
Elaboración:
Calienta a fuego medio la leche, en cuanto hierva agregas el té. Retira y tapa con un platito. Infusiona un par de minutos. Disuelve bien con unas varillas. Vuelve a poner al fuego la leche con el té y agrega la nata y el azúcar (prueba si está a tu gusto de dulzor y si no corrige, debes tener en cuenta que el té tiene sabor un tanto amargo). Procura que no hierva. Integra removiendo. Aparta del fuego.
Añade las hojas de gelatina, previamente hidratadas en agua fría, y escurridas de agua. Disuélvelas perfectamente.
Vuelca la preparación en moldes. Cuando estén templadas las pannacottas las metes en el frigo hasta que cuajen, mejor de un día para otro.
Desmolda pasando un cuchillo de pala alrededor del molde y vuelca sobre un plato. Adorna con tu bombón favorito.