Revista Cocina
Eran las cuatro de la mañana cuando volví a casa después del concierto que dio uno de los amigos de la peña, cantante en sus ratos libres. ¡Y qué cantante!.. La voz de Bustamante a su lado palidece.
Por la mañana, y digo mañana por decir algo, porque creo recordar que ya era casi mediodía cuando me desperté, tenía hambre. Como a las siete tenía merienda/cenita de "only girls", no era cuestión de tomar una comilona. Además con el calor que hacia... No sé que cuernos pasa este año que las temperaturas no bajan de 37º. Por favor... ¡No corre ni una brizna de aire por ningún lado!
Abrí la nevera y le di un repasillo para inspirarme; se estaba como en el cielo con el fresquito que emanaba de su interior jeje!. Y esta fue mi elección.
Ingredientes
HuevosTomate frito caseroQueso de cabra en lonchasPanCogollosHierbas aromáticasSalAceite de oliva
Corte unos cuadrados del pan semanal que hago para desayunar. Luego los freí en abundante aceite a temperatura media. Hay que dejar que escurra el aceite sobrante sobre papel de cocina.
En esta ocasión aproveché aceite que tenía reservado (escurrido y limpio) de haber sofrito patatas y cebolla para tortilla.
A continuación se bate bien el huevo (solo uno XL) con una pizca de sal. Hay que tener en cuenta que el tomate ya lleva sal y que el queso de cabra es de sabor fuerte.
Poner aceite en una sartén, de las que no se pegue nada de nada, calentar a fuego bajo. Hay que tener mucha mano con el aceite no debe faltar ni tampoco sobrar.
Cuando notéis algo de temperatura en el aceite ya podéis echar el huevo. Distribuir un poco por la sartén. Poner en el centro dos cucharadas colmadas de tomate y la loncha de queso. Con una espátula doblar hacia adentro los laterales. En este caso, como es una tortilla pequeña, solo la he doblado una vez y luego le he dado la vuelta para sellar.
Servir inmediatamente con ensalada condimentada con una emulsión de aceite, vinagre, sal y hierbas aromáticas. Añadir los cuscurros de pan por encima para dar un toque crujiente al conjunto.
El jugo del plato es el de la propia salsa de tomate y el queso al deshacerse con el calor.
Un buen café con leche ¡Y voilà!