Aquella fría mañana, víspera de la noche de reyes, tuve un particular regalo, cual era poder visitar esa bodega que simboliza, desde su altozano, el centro geográfico, el kilómetro O, de la Ribera del Duero; como una encrucijada que cruza la A1 de Burgos a Madrid , y la N122, desde Quintanilla de Onesimo a San Esteban de Gormaz ; la llegada a la bodega es un viaje a la Ribera mas clásica, con la bodega en piedra rodeada de viñedos ; La Bodega Peñalba López elabora vino desde 1903 , aunque sus actuales titulares llevan las riendas de la bodega desde 1975 , tantos años como un servidor ; dentro de la bodega existe un importante restaurante dirigido por Delio Larrañaga, así como un hotel desde el que recuperar fuerzas en las jornadas enoturísticas.
La entrada a la bodega recuerda en su recepción a la de un parador del S. XVI, con motivos también relacionados con el vino; en el viaje acompañaba a Javier Cano de la revista Siburita y a Rodrigo, quien nos llevó en su coche ; pronto se nos unió allí Gonzalo de Bodegas Solorca, al tiempo que Delio nos invitaba a probar varios de los vinos de la bodega en la barra; siendo una bodega muy conocida, con su viñedo calificado como ecológico, he de decir que no había probado aún sus vinos, si mas excusa que no haberlos tenido al alcance; pudimos probar el 2009 y 2010 de Monte Castrillo, ambos vinos muy distintos y que generaron un animado debate (me quedo con el 2009 personalmente ) con los crianzas de Torremilanos apareció Ricardo Peñalba, quien nos fue guiando mas a fondo por la bodega y los vinos ; la visita por las entrañas de la bodega nos permitió conocer mejor el modo de elaboración de sus vinos, las especialidades que se utilizan para el Cyclo (del que pudimos probar el futuro 2009) asi como visitar la tonelería propia que se esconde en el interior de la pétrea construcción , una de las pocas que existe en la Ribera ; Ricardo no solo nos habló de la elaboración de sus caldos , sino también de las propias raíces de la Ribera del Duero, de los problemas que maltratan el ámbito rural y como, desde nuestra condición de urbanitas, no siempre es posible interpretar correctamente la realidad de la zona de Aranda ; la visita a la bodega no podía terminar sin volver a desgustar algunos vinos más, en especial nombraré una de las sorpresas que allí me lleve, ya que el Peñalba López Blanco, elaborado principalmente con uva tempranillo blanca me gustó mucho.
Ricardo Peñalba y una botella del Cava Peñalba Lopez, ( si, Cava con denominación de origen, pero único elaborado en Castilla y León) se unieron a la comida en el restaurante ; creo que pocas veces uno podría aprender tanto de una reunión de gente, tan dispar en cierto modo, todos castellanos pero con puntos de vista, incluso entre los propios bodegueros, tan sumamente esquivos ; cuando el cava se terminó en la mesa , Ricardo nos ofreció una botella de su Torre Albeniz 2006, elaborado con tempranillo, cabernet y merlot, y que me ganó por completo, tanto que me llevé un 2007 a casa, buenísimo Ribera; la noche iba ganándole la partida al día, y tuvimos que volver hacia el norte, no sin la promesa de volvernos pronto a encontrar..¡ que a los dioses plazca tal deseo!
Agradecer a Javier la invitación a acompañarle en este viaje, y a los demás camaradas por una tarde tan agradable entre buenos vinos y buena gente.
R.
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