Revista Cocina

¿Vivimos en un hogar limpio?

Por Mamucer @MarinaMunozC

hogar limpio

Marina Muñoz Cervera

Una casa limpia, que cuente con un sistema de saneamiento adecuado, es importante para nuestra salud.

El estado de limpieza y las condiciones de saneamiento de las viviendas varían mucho dependiendo del país en el que habitemos. En los lugares desarrollados, las condiciones higiénico-sanitarias de las casas son habituales, sin embargo, en los países en vías de desarrollo y máxime en zonas rurales, aún existen muchas personas viviendo en precarias condiciones de aseo y saneamiento.

Casi 2,4 millones de personas viven en el mundo, hoy en día, en condiciones poco sanas, con viviendas poco adecuadas, dificultades para el acceso al agua potable, con sistemas de saneamiento precarios y con dificultades para recolección y eliminación de basuras.

La carencia de un saneamiento adecuado sumado a unos hábitos higiénicos deficientes, constituyen una fuente de propagación de múltiples y serias enfermedades infecciosas.

Sea cual sea el lugar en el que vivamos, es importante conocer las nociones básicas respecto de un ambiente saludable, que nos permita desarrollar nuestra vida en las óptimas condiciones de higiene y salud.

La FAO nos indica cuáles son las prácticas que debemos dejar a un lado, y por cuáles debemos sustituirlas con el fin de que nuestros hogares no se conviertan en un foco de propagación de enfermedades.

Prácticas necesarias para vivir en un hogar limpio.

La forma en que eliminamos nuestros desechos fisiológicos, los residuos tóxicos y las basuras generadas en los hogares son los problemas mayores en la propagación de enfermedades infecciosas.

¿Qué NO debemos hacer?

1.- Defecar al aire libre: cuando no se dispone de una instalación de saneamiento adecuado, es habitual que las personas defequen en cualquier sitio, según su necesidad. Son prácticas ancestrales que persisten hoy en día, porque las personas que las practican desconocen los riesgos para la salud de la comunidad de su persistencia.

Nuestras heces están llenas de microorganismos que, arrastrados por el agua de la lluvia, pueden contaminar pozos, vertientes y alrededores.

Las moscas son un vehículo de propagación, ya que se alimentan de las heces y propagan con sus patas los gérmenes a todas superficies, personas y animales que toquen.

2.- Acumular basura en el interior de nuestra casa y en sus alrededores. En la basura se crían insectos, roedores y gérmenes diversos, multiplicándose y generando progenie que actúa como vector de enfermedades.

Tampoco debemos eliminar las basuras a los ríos o lagos, ya que contaminamos sus aguas y contribuimos a la dispersión de bacterias, virus, hongos, etc. a otras personas.

3.- Eliminar desechos tóxicos químicos peligrosos al medio ambiente, porque son contaminantes que pueden perjudicar nuestra salud y la de las personas de nuestro entorno.

4.- Mantener animales domésticos en el interior de las casas y con acceso libre a los lugares de preparación de alimentos. Las mascotas transportan con sus patas y pelo, plumas, etc. todos los gérmenes que se encuentran a su paso y los reparten por todos los lugares de la casa.

5.- Dejar que se acumule agua dentro y fuera de la casa. El agua estancada es peligrosa ya que favorece la cría y reproducción de mosquitos y atrae a moscas, animales diversos y otros insectos.

6.- Permitir que la suciedad se acumule en el interior de nuestra casa, especialmente en cocinas y baños. Es una fuente de propagación de gérmenes infecciosos.

7.- Utilizar el mismo trapo de limpieza para la cocina, suelo y baños. Estaremos transportando los microorganismos de un lugar a otro.

8.- Inhalar productos de limpieza o permitir que su contenido llegue a los ojos, nariz o boca.

9.- Acumular polvo y humo en nuestro hogar. Si nuestro ambiente está cargado de humo, polvo y no tiene suficiente ventilación, estaremos en riesgo de contraer enfermedades respiratorias y de los ojos.

¿Qué debemos hacer?

1.- Si no disponemos de un baño, debemos eliminar los desechos y pañales, de forma segura, enterrándolos en el campo, lejos de las casas.

Si tenemos letrinas o baños, debemos desinfectarlos con frecuencia y mantenerlos siempre limpios.

Aunque los baños sean lugares de desecho no deben estar sucios, porque corremos el riesgo de contraer enfermedades infecciosas. Un baño limpio y desinfectado, no solo nos da comodidad, también es necesario para mantener nuestra salud.

2.- Eliminar la basura de las casas, de la forma más rápida y segura que podamos. La basura debe estar en recipientes con tapadera, alejados de los lugares en los que preparamos alimentos para comer diariamente.

Si en el lugar en que vivimos no disponemos de un sistema de recogida de basuras, podemos cavar un hoyo en una zona alejada de nuestras casas y enterrar ahí los desechos orgánicos (restos de alimentos, como cáscaras, sobras de comida, etc.).

El resto de basura, plásticos, latas, etc. podemos reciclarlas o bien llevarlos a los recipientes de desecho comunitarios.

3.- Eliminarlos productos tóxicos del hogar, como pinturas, baterías, pesticidas y productos de limpieza agresivos, en los lugares destinados para ello.

Desafortunadamente, no en todos los lugares del mundo existen medios para la evacuación de los tóxicos del hogar. Podemos informarnos si en nuestra comunidad existe un sistema establecido de evacuación de este tipo de productos.

4.- Mantener a los animales domésticos en zonas separadas de las casas y alejados de las cocinas y comedores. En el caso de que nos guste tener una mascota dentro de casa, debemos tener al animal bien limpio y, en cualquier caso, alejado de las zonas de preparación de alimentos, sobre todo cuando estemos preparando la comida.

5.- Vaciar los recipientes que contengan agua acumulada de la lluvia, así como toda agua estancada de nuestra casa. Secar toda el agua que hayamos derramado.

Cortar el pasto, césped o hierba con regularidad, para evitar la acumulación de mosquitos.

6.- Limpiar nuestro hogar de forma regular, desinfectando con frecuencia la cocina y los baños.

7.- Utilizar un trapo o paño de limpieza diferente para cada zona de nuestra casa, uno para el baño, otro diferente para la cocina y otro para los suelos.

Al terminar de limpiar debemos lavar y desinfectar los trapos, secándolos, a ser posible, al sol.

8.- Manipular los productos de limpieza con precaución y guardarlos alejados de los niños y de la comida.

9.- Limpiar el polvo de los muebles de la casa con frecuencia y mantenerla ventilada. También, debemos fregar o trapear los suelos de nuestra casa con periodicidad, sacudir las alfombras, airear los colchones, almohadas, mantas, etc. para impedir la acumulación de polvo.

Una casa limpia es fuente de salud y de comodidad, a pesar de que las tareas de limpieza puedan resultar tediosas, en ocasiones, nos ayudan a movernos hacia nuestra salud, reducen el sedentarismo y nos permiten respirar un ambiente limpio, libre de ácaros y otro patógenos causantes de enfermedades.

Y, con esta entrada terminamos (parte 3, lección 11, tema 4) el curso de la FAO Alimentarnos bien para estar sanos, que hemos incluido dentro de la categoría Lecciones de alimentación sana de este blog.

Todos los temas que hemos revisado pueden ayudarnos a alimentarnos de forma correcta y a vivir de un modo saludable.

Como hemos visto a lo largo de estos meses de publicaciones dedicadas a este interesante curso, alimentarnos no solo consiste en comer. De la forma en que llevemos a cabo nuestra alimentación, dependerá nuestra nutrición y, de la misma, nuestra salud. Pero la salud también está determinada por otros muchos factores, que hemos revisado y que incluyen que nuestros alimentos sean inocuos, que la calidad del agua de bebida sea adecuada y que nuestro aseo personal y del ambiente en el que vivimos no sea proclive a fomentar la enfermedad.

Podéis descargar el curso completo “Alimentarnos bien para estar sanos” de la FAO, a través del enlace anterior. En este espacio hemos publicado los aspectos que nos han parecido más interesantes y prácticos, no obstante, el documento contiene un interesante material didáctico para utilizar en escuelas, comunidades, etc. o bien, como información personal.

Fuente:

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Alimentarse bien para estar sanos”. Depósito de documentos de la FAO. Roma, 2013. ISBN 978-92-5-107610-1.

Imagen:

http://www.vivosano.org/portals/13/rs/media/limpieza-en-el-hogar.jpg

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