Hoy vamos a preparar en Lazy Blog, un revuelto de cardillos. Los cardillos son una verdura que no es fácil de encontrar en todas partes. De hecho yo solo suelo comerla un par de veces al año, en primavera, cuando algunos amigos le regalan a mi madre una bolsa, ya limpia, lista para cortar y cocer en agua salada. O cuando los he comprado en Jerez de la Frontera, con el nombre de tagarninas. Lo trabajoso de los cardillos es eliminar sus pinchos, pelarlos bien, y luego el largo tiempo de cocción que necesitan. El resultado es este:
Pero después tendremos acceso a una verdura de primavera muy fibrosa, y con un estupendo sabor, lista para cocinar en revueltos o para rehogar. Y buenos para guardar en conserva y disfrutarlos a lo largo del año.El cardillo del que os hablo es el Scolymus hispanicus L, una planta que en otras zonas recibe el nombre de tagarninas, como recordaréis los fieles del blog, porque hace unos meses preparamos con ellas un guiso de Berza Gitana de Jerez, que nos dejó encantados. A la izquierda podéis ver una foto de la planta antes de pelarse. Lo que se come es lo que tiene un color rosado, una vez limpio de las hojas de color verde, muy espinosas.En esta ocasión, vamos a preparar un revuelto de cardillos o tagarninas, con un poco de jamón ibérico y un par de huevos. Con esta receta, quiero tomar parte en el HEMC #44 organizado por Palmira y dedicado a la Operación Bikini. Como es una receta sin demasiadas calorías, y además está llena de fibra, puede contribuir bien a la deseada pérdida de peso.Otra forma de preparar esta verdura es rehogada con un par de ajos y una puntita de pimentón, y unas gotas de vinagre, como si fueran acelgas o judías verdes rehogadas. De una forma o de otra, los cardillos están buenísimos.
Revuelto de Cardillos con jamón
Como tampoco hay que exagerar, decidí comenzar dandole un toque de sabor a la verdura, rehogándola en la grasa que soltara el tocino del jamón, sin usar aceite. Tras un minuto en la sartén, retiré el tocino y añadí una buena ración de cardillos, calculo que unos 100 gramos de cardillos ya cocidos, y los mantuve en movimiento durante unos cinco minutos a fuego medio.Ahora, añadimos unos taquitos de jamón y unos tocinitos cortados muy finos a la sartén y seguimos rehogando.
A continuación, añadimos dos huevos y les ponemos unos granos de sal en la yema.
Los rompemos y movemos con una cuchara de madera hasta que empieza a cuajar el huevo.Cuando está todavía un poco liquido, como en la foto de arriba, apagamos el fuego, y terminamos de cuajar el revuelto con el calor residual. Emplatamos y a la mesa. Sano, sano.
Os cuento otra sorpresa inesperada. Cuando mi madre me regaló esos cardillos que acabo de preparar, me dió también unos espárragos trigueros silvestres, algo amargos, que le habían dado porque los habían recogido también. Me preparé un revuelto impresionante, el proceso fue el mismo. Sólo puedo enseñaros la foto. No los había comido hacía muchos años, y fue todo un gusto recordar ese sabor tan único.
Y el jueves... más. Sed felices,
Un saludo del Futuro Bloguero desde www.lazyblog.net