Panna Cotta de Ferrero Rocher y Speculoos

La panna cotta es un postre que cada vez me gusta más. Hace un mes publique una receta de Panna Cotta de fresa que fue todo un éxito en casa.

Y hoy os traigo esta receta que es una delicia, la combinación de los bombones Ferrero Rocher (son mis preferidos), con las galletas speculoos, que me vuelven loca, convierten este postre en algo irresistible.

Yo la he presentado en vasitos, pero también se puede hacer en un molde y luego desmoldar.

Con esta receta participo en el reto del mes de abril de la comunidad Comer especial, patrocinado por Platos y pizarra. El reto consiste en elaborar una receta y presentarla sobre algo oscuro, matel, cacerola, plato... Yo me he esmerado para la ocasión y hasta las cucharillas son negras! Eso sí , he puesto una bandejita blanca para aportar un toque de luz a las fotos .

Esta de escándalo, se notan los trocitos de avellana del bombón y la galleta.Y el toque de las galletas es increíble. Yo las he puesto en el fondo del vaso y por encima. Os diré que cuando pongáis la panna cotta, las galletas se van a mezclar un poco, pero que no os importe porque le va a las mil maravillas.

Ingredientes: (para 5 vasitos aproximadamente)

400 ml de nata 34% m.g

3 hojas de gelatina
10 bombones Ferrero Rocher
24 gr de azúcar avainillada
8-10 galletas speculoos
5 bombones más para adornar (opcional)

Preparación:

Ponemos a remojar las hojas de gelatina en un plato hondo con agua fría, que les cubra, durante 10 minutos.

Trituramos los ferrero con la ayuda de un robot, yo he usado la thermomix. Reservamos.

Trituramos las galletas con la ayuda de un robot o introduciéndolas en una bolsa y pasándole un rodillo por encima. Reservamos.

En un cazo calentamos la nata junto con el azúcar, sin que llegue a hervir.

Escurrimos las hojas de gelatina y las incorporamos al cazo, removiendo hasta que se hayan disuelto.

Retiramos el cazo del fuego y añadimos los bombones triturados. Removemos hasta que estén completamente integrados.

Montamos los vasitos:

Ponemos una capa de galletas.

Volcamos la panna cotta con cuidado, para que las galletas no se nos mezclen , aunque será un poco difícil, la verdad.
Introducimos a la nevera hasta que cuaje, alrededor de 4 horas.
Cuando esté cuajada espolvoreamos con más galleta triturada.