Pontevedra C. F. (Lasaña de Carne)

Nunca acabaré de entender esto del fútbol, ese sufrimiento que sienten los aficionados por el deporte rey, es algo que nunca me entrará en la cabeza; esos enfados, agobios e incluso lágrimas, por una panda de multimillonarios que corren detrás de un balón, es algo incomprensible para mi. A mi nunca me ha gustado el fútbol, pero si tengo que ser de algún equipo, sin duda alguna soy del Pontevedra; aunque jamás llegaré a entender lo del dichoso fuera de juego, soy granate hasta la muerte. El club de mi ciudad se fundó en los años cuarenta, pero fue en los sesenta cuando alcanzó su época de esplendor, llegando a ser líder de 1ª y campeón de invierno en la temporada 65-66. Fuimos bajando de categorías hasta que en 2004 volvimos a segunda, volvimos a bajar y jugamos varias fases de ascenso otra vez a 2ª, sin llegar a conseguirlo, y ahora vivimos anclados en el infierno de la tercera división. La historia que hoy os cuento ocurrió en una de esas fases de ascenso, concretamente en el 2007. Un amigo llama a otro para decirle que le han regalado un par de entradas para ver el partido, y ambos quedan con otros tres mas para pasar juntos los tensos 90 minutos que nos separaban de la gloria. A la mujer de uno de ellos le falta una semana para dar a luz y, medio en serio, medio en broma, le dice a su marido que de partido nada, que ese día su pequeño va a nacer. El día del partido quedan todos, mujer incluida, en una plaza donde se reunen las diferentes peñas, para tomarse una caña e ir haciendo ambientillo futbolero. Llegada la hora de partir hacia el campo; la mujer se va hacia su casa y el grupo de amigos van bajando hacia Pasarón (el santuario granate). La mujer nota que le cuesta mucho llegar a casa y a cada paso su enorme barriga se va poniendo cada vez mas dura. Los chicos se beben un par de cervezas en un bar próximo al campo. La mujer se cansa mucho y tiene que ir parando, ya que a cada minuto le dan una especie de calambres en las piernas. Los chicos entregan sus entradas y buscan sus asientos. La mujer por fin llega a casa, extasiada abre la puerta y se va a sentar en el sofá. Los equipos saltan al campo, el estadio lleno, un ambiente fantástico. La mujer nada mas sentarse nota algo raro. El arbitro pita el inicio del partido. "Ven rápido, creo que acabo de romper aguas". Sus amigos no daban crédito a lo que estaba ocurriendo pero,efectivamente, la intuición de la mujer no había fallado, y lo que llevaba prediciendo toda la semana se había cumplido; su marido, al que le habían regalado la entrada, no podía quedarse a ver el partido, su primer hijo iba a nacer. "Gooooollllll", oyó la pareja mientras estaban ingresando en el hospital, no supieron nada mas de lo que estaba pasando en el campo . . . Después de una laaaaaaaaaarrrrrrrrga noche, a las 4:35 de la madrugada,nació su pequeño, y, aunque al final el pontevedriña se quedó donde estaba, aquel hombre, con la camiseta de su equipo y su bebé en brazos, se sentía en primera división . . .  Parece mentira pero hoy aquel bebé, mi bebé, cumple seis años ya, así que a mi príncipe le dedico el post de hoy . . .  Y como hoy es su día y a mi peque no le van nada las tartas, pues os traigo una de sus comidas preferidas que seguro que devorará cuando llegue del cole.
Lasaña de carne
Ingredientes:

• 700 gr de carne picada
• 1 cebolla
• Un bote grande de tomate triturado
• 100 gr de queso en lonchas
• 1 bolsita de queso para fundir
• Bechamel
• Una caja de placas para lasaña
• Aceite
• Sal

Troceamos la cebolla y la pochamos bien en una sartén con un fondo de aceite. Añadimos la carne y dejamos que se vaya dorando a fuego lento. Añadimos el tomate y la sal. Dejamos que se haga bien la salsa. Hacemos las placas de la lasaña como indique el fabricante. En una fuente untada con mantequilla extendemos una capa de placas, por encima echamos la carne,una capa de queso en lonchas, otra capa de placas, otra de carne y otra de queso. Extendemos una buena capa de bechamel y la cubrimos con el queso para fundir. metemos el el horno a 200º uno veinte minutos y en los últimos minutos la gratinamos. La bechamel la hago poniendo un poco de mantequilla en una sartén, cuando se ha fundido añado un buenpuñado de harina y dejo que se cocine un poco con la mantequilla. Voy añadiendo leche poco a poco hasta alcanzar el espesor deseado, añado una pizca de sal y retiro del fuego.

lasaña de carne