Revista Cocina

San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca

Por Atableconcarmen @atableconcarmen
 
San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca     Tras la visita a la Estación de Canfranc, todavía sorprendidos por las historias de espías, nazis y oro que acabábamos de conocer y de las que esta villa fue testigo, nos pusimos de nuevo en ruta para aprovechar el día que le habíamos birlado a nuestra escapada senderista con el fin de dedicarlo a actividades culturales.
El destino ahora era San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca. Me cautivó en cuanto que vi las primeras imágenes por internet y con esa manía, inconsciente pero manía, que tengo de relacionarlo todo, de mis neuronas saltaron chispas y en cuestión de milisegundos estaba recordando las imágenes de la Santa Cueva de Covadonga y El Tesoro de Petra, Al Khazneh. ¡Uaaaaala! ¿Y eso por qué? Pues digo yo que será por que todos ellos están esculpidos o metidos en la roca, por que los estilos arquitectónicos salta a la vista que son bien distintos. 
      San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
  Está situado en la sierra de San Juan y la sinuosidad de la carretera y la frondosidad de los árboles, lo tienen escondido de forma que no lo podemos ver hasta que no estamos delante.
El Monasterio de San Juan de la Peña, el viejo, se comenzó a construir en el s. X. Es de estilo románico y fue el monasterio más importante de Aragón en la Edad Media. Está vinculado a la leyenda del Santo Grial, por lo que es un buen destino para los amantes de estas historias. También son muy curiosas las que narran su origen.
 
   San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
  Lo que resulta verdaderamente espectacular es ver el entramado de edificios que se incrusta en la roca como si fuera un árbol extiende sus raíces en la tierra, a la vez que parece que la propia peña vaya a acabar por ceder y su peso termine por aplastarlo todo.
Comenzamos la visita por la parte inferior, la Iglesia prerrománica, algo oscura, en la que todavía se pueden apreciar unas pinturas murales y el ajedrezado típico de la zona.
 
   San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
  En la primera planta se encuentra el panteón real, cuyos muros están decorados con bellos relieves de piedra, y unas estancias que en la actualidad sirven de museo donde se explica la vida del monasterio y algo de historia.
 
   San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
  Unos cuantos escalones dan acceso a la joya de la corona, el claustro románico, que conserva un bello conjunto de capiteles con imágenes de animales fantásticos, motivos vegetales y geométricos y escenas de la Biblia. Y una constante, en todo momento, por techo, sobre nuestras cabezas, la gran roca, como si se tratara de una enorme espada de Damocles suspendida sobre el monasterio y sobre nosotros.
 
   San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
  En uno de los extremos del claustro se encuentra la pequeña, pero bellísima capilla románica de San Vitorián, encajada en la roca.
 
   San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
  Si seguimos por la carretera, a unos dos kilómetros, llegamos al monasterio nuevo, asentado sobre la Peña de San Juan, en un espacio mucho más amplio y en el que en la actualidad se encuentra una hospedería de 4*. Es de estilo barroco y mucho más grande que el viejo.
 
   San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
  Merece la pena visitar el Centro de Interpretación del monasterio, en el que se da a conocer como vívia la comunidad de monjes y cómo fueron las dependencias del monasterio, caminando sobre un techo de cristal. Además nos cuenta diferentes aspectos de la historia de Aragón relacionados con el monasterio, desde sus orígenes hasta que los monjes tuvieron que abandonarlo en el s. XIX.
 
   San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca  
  El monasterio nuevo está ubicado en una abierta y soleada esplanada rodeada de un bosque de frondosos árboles, la mayoría pinos, y hay dispuestas mesas de picnic y bancos de madera para que podamos quedarnos disfrutando de la naturaleza mientras reponemos fuerzas. Cosa que se agradece si tenemos pensado pasar el día visitando los alrededores.
Y de aquí ya iniciamos nuestro regreso a Lanuza, nuestro día de visitas culturales terminaba, no sin antes hacer una parada en Jaca y dar una vuelta hasta el final de la tarde.
 
San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca
Etapas de este escapada:
  • Ibones de Anayet en el Valle de Tena
  • Canfranc, una Historia de Espías, Nazis y Oro
  • San Juan de la Peña, un Monasterio en la Roca 

Otras rutas por la zona:
  • Lanuza, su Embalse y Hotel La Casueña
  • Del Embalse de La Sarra al Ibón de Respomuso, en el Valle de Tena 
  • Descubriendo el Pirineo Bearnés, el Valle de Ossau

 Bon Voyage!


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