Hoy hemos comido navajas a la plancha y y estos mejillones en salsa picantita que le vi en Instagram a Silvia, y que parecían muy apetecibles, como así ha sido.
Le he puesto 2 guindillas como hacia ella y para mi estaban un poco picantes de más, pero a mi marido le han encantado.
2 cucharadas de tomate frito o 1 de tomate concentrado
1 cucharada de Pimentón dulce
Agua de cocer los mejillones o 200 ml de caldo de pescado
Aceite de oliva virgen extra
Lo primero limpiar los mejillones.
Para ello en el fregadero ir rascando la concha y enjuagarlos bien bajo el chorro de agua fría. Si alguno tiene la concha rota o está abierto, hay que tirarlo.
Cocer los mejillones hasta que se abran, sacarlos de la olla y reservar por un lado los mejillones y, por el otro, el caldo que han soltado los mejillones, mejor colar para desechar restos.
Mientras tanto, en una sartén o cazuela baja, poner a calentar el aceite de oliva virgen extra y sofreír los dientes de ajo pelados y bien picados junto con las cebollas picadas muy finas y dejar sofreír hasta que estén doradas.
Añadir el vino blanco y dejar hervir hasta que evapore el alcohol.
Añadir el caldo reservado de los mejillones, si la cantidad no es suficiente, e puede añadir un poco de agua o caldo de pescado.
Añadir también la salsa de tomate o tomate concentrado, las guindillas y mezclar bien.
Incorporar el pimentón y dejar cocer a fuego medio-bajo unos 5 minutos removiendo de vez en cuando para que la salsa no se agarre al fondo.
Finalmente, añadir los mejillones reservados y dejar cocinar un par de minutos para que que se mezclen los sabores y cojan temperatura.
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