Lo reconozco, me encantan los regalos, pero si son de comida, más. Cuando vi una bandeja de níscalos recién cogidos en la mesa de la cocina, empecé a pensar cómo iba a cocinarlos. La primera idea que me vino a la cabeza fue la receta de Setas al horno, pero con el otoño-invierno que ha llegado de repente a Madrid, nos apetecía un plato de cuchara, calentito.
Busqué por los libros de recetas que tengo en casa, y encontré una de un guiso de níscalos con patatas.
Muy sencilla y de verdad, muy rica.