Pico Naranja, un vino con valores.

El matrimonio vino y diseño se está uniendo últimamente mediante las etiquetas de las botellas. Un binomio que en ocasiones se convierte en trío al introducir la variable de la solidaridad o la lucha por alguna causa sin ánimo de lucro. Este tercer escenario es el que se ha conseguido con la alianza de Setba, Bardinet y la Casa de Carlota para llegar a Pico Naranja.

Cada uno ha puesto su granito de arena. Fundación Setba lleva desde 2007 dedicada a la utilización de la cultura como medio para la integración social de aquellos colectivos en riesgo de exclusión, englobando la tercera edad, víctimas de malos tratos o la discapacidad intelectual. Para llevarlo a cabo su herramienta son las exposiciónes y actividades culturales en las que exponer las obras de arte que crean los colectivos a los que apoyan. Cualquier beneficio de la venta de estas obras se destinan a sus proyectos solidarios.

La Casa de Carlota es un estudio de diseño cuyo equipo creativo es singular, ya que está formado por personas con síndrome de Down y autismo, junto a estudiantes de diseño de escuelas, ilustradores y directores de arte séniors.

Estas son las tres patas que en este caso participan para que la obra de Erik Nitsch, el artista que creo Pico Naranja, llegue a transformarse en una etiqueta. Una obra pictórica que fue galardonada con el primer premio de diseño otorgado por la Fundación Setba que, en colaboración con Bardinet y dentro del marco El Balcó de les Arts (certamen de pintura), han podido materializar.

El color, la visión y la armonía que Pico Naranja posee había que llevarla a las 6.000 botellas de vino destinadas a este proyecto. Un DO Catalunya monovarietal de Garnacha, un vino joven con un toque de barrica muy sutil. Es la primera vez que se unen para este premio con la idea de una continuidad en el tiempo. Una etiqueta alegre y colorida es la que identifica Pico Naranja.

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