Scones o Rock Cakes lo que más os apetezca

Hace meses que trato de sacar tiempo para hacer unos Scones, ¡por fin lo he conseguido!. Además me siento muy orgullosa de cómo han quedado.

La entrada de hoy es muy british, ya tenía ganas de hacer una entrada en homenaje a la repostería de la que, ahora, soy totalmente adicta.

El problema con en el que me encuentro ahora es que no se si he hecho Scones o Rock Cakes…ahora ricos están un rato.
Las Rock Cakes deben su nombre a su aspecto y no a su dureza, no os asustéis. A lo mejor ya os suenan por Harry Potter. La verdad es que sean lo que sean, estaban deliciosos y se desmenuzan en seguida, eso sí, están mucho mejor recién salidas del horno.

Sin embargo los Scones, deben ser iguales entre ellos, nada resquebrajados, incluso creo que no deberían llevar pasas… Así que creo que me decanto porque lo que he hecho, esta vez, han sido Rock Cakes, por tanto la entrada tendrá segunda parte con un nuevo intento esta vez de Scones 100%

Ingredientes:

30 gr de mantequilla a temperatura ambiente

1 cucharada de azúcar

375 gr de harina

3 y 1/2 cucharaditas de levadura química (Royal)

310 ml de leche

4 cucharadas de pasas

1 y 1/2 cucharaditas de zumo de limón

Precalentamos el horno a 220º. Esto es fundamental, el horno debe estar muy caliente.
Echamos el zumo de limón sobre la leche y dejamos reposar unos 10 minutos (queremos conseguir buttermilk o esa leche cortada que sabe a rayos, pero sin el sabor a rayos).
Tamizamos la harina con la levadura y la mezclamos, a mano, con el azúcar y la mantequilla. Al mezclar todo con la mano quedarán como unas "migas". Incorporamos las pasas y, a continuación la leche. Mezclamos bien todo y amasamos sobre una superficie enharinada.

Vamos colocando montoncitos de masa del tamaño de una pelota de golf en una bandeja. (Necesitaremos 2 bandejas porque salen unos 30-35). Debemos recordar ir dejando un espacio suficiente entre ellas porque se expandirán. Lo mejor es que por una vez no debes preocuparte de que tengan buen aspecto porque se supone que son rocas…;P
Horneamos 10-15 minutos o hasta que estén doraditos.
Lo mejor es servirlos templados, acompañados por mantequilla y mermelada.

Espero que os haya gustado, que os sea útil y que probéis la receta. Y si lo hacéis contádmelo, por favor, aquí en los comentarios, en facebook, en twitter o como más os guste. Tenéis todos los enlaces a la izquierda.
¡¡Besos y gracias por leerme!!